No hay nada más poderoso que un buen masaje, esta herramienta nos ayuda a mejorar nuestra salud y por consiguiente nuestro bienestar. Esta práctica era muy frecuente en los spas de lujo y algunos gimnasios de alta gama. Pero hoy por hoy la masoterapia o masajes están disponibles en clínicas, oficinas y aeropuertos y todo ello se debe a sus incontables beneficios.
Primero lo primero: ¿Qué es un masaje?
Se le conoce como masaje a la presión, frotamiento y manipulación de la piel, músculos, tendones y ligamentos; puede variar desde una suave caricia hasta una presión más intensa. Existe una amplia variedad de masajes entre los cuales podemos mencionar:
- Masaje sueco: es una forma suave de masaje en la que los movimientos empleados son largos, amasantes, circulares profundos que incluyen vibraciones y golpeteos. Esto ayuda a sentirnos relajados y energizados.
- Masaje profundo: el masajista emplea movimientos lentos o fuertes que llegan a las capas más profundas del músculo y tejido conectivo, es utilizado para ayudar a mejorar el daño muscular por lesiones.
- Masaje deportivo: tiene mucha similitud con el masaje sueco, solo que este se enfoca en las personas que practican actividades deportivas para que de esta manera prevengan o traten lesiones.
- Masajes eróticos: este tipo es claramente mucho más íntimo, pues su enfoque es más sensual ya que estimula zonas sensibles del cuerpo y esto ayuda a descargar los puntos de tensión que nos bloquean el placer, hay centros especializados que incluso ofrecen un masaje a 4 manos.
- Masajes reductivo: se encarga de eliminar la acumulación de grasa localizada y estiliza el contorno de la figura, es decir crea una silueta más estética. Para ello se aplica una presión fuerte a una velocidad más rápida que lo normal.
¿Cómo nos benefician los masajes?
Los masajes actúan sobre las capas cutáneas más profundas, estos a su vez están unidos a los vasos sanguíneos, las glándulas sebáceas, el sistema nervioso central y otras zonas del cuerpo. Por lo que beneficia más allá de las cuestiones estéticas o relajantes.
Cuando ejercemos presión sobre la superficie cutánea nuestra temperatura corporal sube de 2 a 3ºC, con la activación del riego sanguíneo y el aumento del nivel del oxígeno en las zonas tratadas hace que ocurra lo siguiente:
- Se eliminan células muertas de la capa córnea de la epidermis, con ella los microorganismos que viven en la superficie y las partículas de la suciedad como el polvo o la grasa que obstruyen los poros de la piel.
- Nuestras glándulas sebáceas mejoran su funcionamiento, esto ayuda a prevenir la producción excesiva de sebo que es la principal causa de acné y los puntos negros.
- Se reactiva el sistema linfático lo que mejora el efecto drenaje, esto elimina el estancamiento de líquidos originados por acumulación de desechos metabólicos de los tejidos y a mover la grasa localizada para facilitar su salida del organismo a través del flujo venoso y linfático.
- Calma o elimina las contracturas, lo que se traduce en alivio del dolor localizado.
¿Qué efecto producen los masajes a largo plazo?
Los efectos del masaje se pueden contemplar a mediano y largo. Entre ellos se encuentran:
- Nuestra piel se volverá más tersa, elástica y se revitalizará, por ello tendrá una textura más suave y aspecto más juvenil. Cuando nos aplicamos un masaje se produce una vasodilatación periférica que desencadena la hiperemia en los músculos y todas las capas cutáneas, esto ayuda a disminuir los depósitos de grasa en áreas muy localizadas. Así que los masajes ayudan a combatir la celulitis y mejora el aspecto de las zonas más problemáticas a la hora de perder grasa.
- Aumenta la elasticidad, el volumen, la resistencia, la fuerza y la capacidad de trabajo de los músculos,
- Se anestesian las terminaciones nerviosas que abundan en la superficie cutánea. Estas, a su vez, consiguen que el sistema nervioso produzca un efecto analgésico en todo el organismo e induzca a una relajación psíquica de la persona que recibe el masaje, proporcionándole una profunda sensación de bienestar general.
- Aumenta el aporte de nutrientes a los tejidos profundos, los líquidos intersticiales vuelven a circular haciendo que el metabolismo celular se estimule.